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Tener una impresora en casa es una comodidad que permite optimizar el flujo de trabajo. Sin embargo, al tener una impresora es importante saber cómo resolver los problemas que pueden presentar con el fin de mantener su buen estado y prevenir inconvenientes a futuro.
Uno de los errores que presentan las impresoras con mayor frecuencia es el de las páginas manchadas o páginas que salen con colores inapropiados, colores que no fueron los que se establecieron al momento de hacer la impresión.
En este post te estaré contando más al respecto, para que conozcas cuáles son las causas de estos errores y puedas identificar el problema que está presentando tu impresora. Además, al finalizar, tendrás algunos consejos o tips para que puedas prevenir estas fallas.
¿Cómo ocurren los errores de impresión?
Para entender cómo ocurren los errores de impresión relacionados al uso del color, primero es importante conocer cómo funcionan las impresoras y cuál es el proceso que estas realizan para administrar todas las gotas de tinta que llegan al papel.
Las impresoras de tinta utilizan cartuchos que contienen la tinta en compartimentos sellados, con esponjas que mantienen al líquido en su estado óptimo y evitan que este se seque. Al momento de hacer las impresiones, los cartuchos reciben la información de la impresora y comienzan a suministrar la tinta a través de los cabezales
Los cabezales de impresión son los que entran en contacto con el papel, por lo que son de los componentes más propensos a sufrir daños por el roce de las hojas si no se emplean las recomendadas por los fabricantes. Existen hojas de papel que resultan ser muy rugosas, así como algunas que pueden tener capas especiales (como el papel fotográfico) pudiendo intervenir con la correcta transferencia del color.
Las impresoras monitorean los niveles de tinta y hacen los cálculos de tinta necesarios para imprimir los documentos. En caso de que la tinta de un color en particular no sea suficiente, otros colores comenzarán a ser usados para lograr llegar al porcentaje adecuado e imprimir los motivos necesarios.
Por último, debes conocer que, sin importar que desees imprimir a color, esto cumple con un modo de impresión predeterminado. Todo lo que se imprime tiene un rango de colores que se conoce como modo CMYK, el cual engloba todas las combinaciones, los tonos y las saturaciones que son posibles con las tintas cian, magenta, amarilla y negra.
Sabiendo todo esto, ahora podemos entender mejor cómo ocurren los errores de impresión.
Errores de impresión comunes
Estos errores son los más comunes que pueden hacer que tus impresiones salgan con colores diferentes:
Calibración de color
Una de las principales causas de las impresiones de páginas amarillas, rosas, verdes o azules es una incorrecta calibración de color. Puede ocurrir que los cabezales de tinta estén confundiendo los comandos o las órdenes de las impresoras y haciendo que los colores se mezclen de maneras inesperadas; puede que los tonos azules estén saliendo muy verdosos, o los tonos amarillos tengan una saturación que los hace ver anaranjados.
En algunos casos, como ocurre con las impresoras Brother, la densidad de los colores es variable, dependiendo de las circunstancias del entorno; un ambiente de alta temperatura puede hacer que los colores sean muy saturados.
Esto se puede solventar haciendo impresiones de prueba; cada impresora tiene su propio formato de prueba en el cual las impresiones son de una serie de patrones en las hojas con colores distintos en las que se comprueba el brillo e intensidad de cada tono.
Vale destacar que la calibración de color también incluye escoger el modo de impresión o perfil de color correcto. Todos los motivos a imprimir serán convertidos al perfil CMYK, así que es importante trabajar con este perfil y no con RGB, que solo es ideal para medios digitales, no impresos.
Cabezales obstruidos
Los cabezales obstruidos pueden ser otra causa de páginas manchadas, y puede tratarse tanto de los cabezales de las impresoras como de los cartuchos de tinta.
Al estar obstruidos (tener tinta seca en la salida) se dificulta el paso de color de los cartuchos a las hojas por imprimir, lo que, no solo genera una falta de un color en particular, sino que ocasiona que otros colores aumenten su presencia en las impresiones.
La manera de notar los cabezales obstruidos es viendo si las impresiones carecen de un color en particular, y si lo hacen, debes revisar los niveles de tinta. Si los niveles de tinta de ese color son altos pero las impresiones no lo muestran, es probable que los cabezales necesiten limpieza.
Bajos niveles de tinta
Los bajos niveles de tinta son los que pueden estar causando las impresiones manchadas, y todo se debe a los cálculos de tinta que las impresoras realizan. Es muy importante que los colores estén en un estado óptimo para que las impresiones salgan correctas.
Cuando envías un documento o una imagen a imprimir, la impresora interpreta esa información y comienza a preparar los cartuchos. Existe una demanda por cumplir en cuanto a los niveles de tinta, y esa demanda se divide entre los colores que tenga la impresión.
Si al momento de mezclar los colores, un color en específico no cumple con la demanda de cantidad requerida para hacer un tono, el otro color será el único utilizado. Por ejemplo, si estás por imprimir una imagen de una hoja de un árbol, que sería color verde, pero la tinta amarilla tiene un nivel muy bajo, la impresión saldrá de un tono azulado por la tinta cian.
Otro escenario que se puede presentar es uno contrario: acabas de recargar un cartucho y hay saturación de un color que sobrepasa a los demás. Puede que estés imprimiendo una imagen naranja pero la tinta magenta está al tope, al punto en que se empieza a filtrar en las impresiones más de lo que debería. La impresión naranja tendrá un tono muy rojizo y no se deberá a falta de tinta, sino a un compartimento de tinta sobrecargado.
¿Cómo evitar los errores de impresión?
Para evitar cualquier error de impresión puedes seguir estos consejos, tanto de manera regular como esporádica, dependiendo de la naturaleza de cada uno.
- Imprime frecuentemente. Así sea una hoja de prueba cada semana si no necesitas imprimir nada, es importante no dejar que la tinta se seque, ni en los cabezales ni en los canales o tubos solventes de tinta.
- Limpia los cabezales de impresión. Después de cada día de impresión, procura limpiar los cabezales de la impresora y de los cartuchos, pues así los mantienen libres de cualquier tipo de residuo que pueda manchar tus impresiones.
- Evita mover bruscamente la impresora. De esta manera puedes prever que la tinta de los cartuchos se mezcle o que algunas gotas viajen por los tubos y se queden allí hasta la siguiente impresión, filtrándose en tus hojas.
- Verifica los niveles de tinta. Las impresoras no leen la tinta seca; los sensores de los cartuchos reconocen el contenido líquido.
- Haz un ensayo antes de una impresión final. Si planeas imprimir una hoja con alto contenido de color, haz un ensayo antes con cada tono principal que tenga la imagen. Así puedes comprobar que todo esté en orden antes de hacer una impresión que comprometa grandes cantidades de tinta en vano.